He encontrado estos artículos en "Dos manzanas" y he decidido colgarlos para no perderlos de vista.
CARTA DE AMOR Y GUERRA:
Esta es una carta de un soldado americano a su compañero durante la segunda guerra mundial una de las muchas historias olvidadas de amor homoerótico del pasado.
Se trata de una historia de amor entre dos soldados estadounidenses, Dave y Brian, destacados en el norte de África durante la Segunda Guerra Mundial. La carta data de después de la Guerra y en ella Brian recuerda el tiempo que pasaron juntos y expresa la tristeza porque luego no tuviera continuación. Se trata de una carta por el aniversario de una relación que podía haber sido y que no fue:
Esto es en recuerdo de nuestro aniversario, del 27 de octubre de 1943, cuando te escuché cantar por primera vez en el norte de África. Esta canción me trae recuerdos de los momentos más felices que jamás he vivido, de un batallón de soldados, de cortinas hechas con tela de dirigible, de lámparas fabricadas con latas de cacao, de ensayos que se prolongaban por la tarde… y de un chico hermoso con una maravillosa voz de tenor… Son recuerdos de una noche en que llovía a cántaros y de dos soldados empapados bajo un árbol solitario en la planicie africana… Recuerdos de una noche fría y con viento en que nos metimos en un teatro para soldados y nos quedamos dormidos en un cobertizo por detrás del escenario, los dos atrapados entre nuestros brazos, y recuerdos del impacto que nos produjo despertarnos y ver que milagrosamente no nos habían descubierto… Son recuerdos de la felicidad de cuando nos dijeron que volvíamos a casa y de la devastación que sentimos cuando supimos que no volveríamos juntos. Un cálido adiós en una playa apartada bajo el terciopelo plagado de estrellas de una noche africana y las lágrimas que no cesaban mientras estaba sobre el dique y veía tu convoy alejarse en el horizonte.Nos prometimos que estaríamos juntos de nuevo “en casa”, pero el destino sabía más que nosotros. Nunca llegaste. Y por ello, Dave, espero que allá donde te encuentres estos recuerdos sean tan preciosos para ti como lo son para mí.Buenas noches, que duermas bien, mi amor.Brian Keith.
Una historia de amor fraternal y de empatía.
La boda “fue una ceremonia maravillosa, en la que tuve el honor de estar junto a mi hermano, apoyándole en sus votos. Mis ojos se llenaron de lágrimas, como siempre lo hacen en las bodas. Tuve la dicha de ver a dos personas comprometiéndose a compartir su vida juntos. Mi corazón se llenó de gozo”. Y David, como tantos otros, compartió en su cuenta de Facebook las fotografías de esa boda maravillosa que otros iban subiendo. Lo que no esperaba era la respuesta de unos de sus amigos de la red social:
“Hola, David, te voy a quitar de mi lista de amigos… ¡Lo siento, pero tu último mensaje ha sobrepasado los límites! ¿Los homosexuales se unen en ‘santo’ matrimonio?… ¡no lo creo! La Biblia habla en contra de la homosexualidad y deja muy claro que la santidad del matrimonio es entre un hombre y una mujer. Que los homosexuales se unan en santo matrimonio no es más que una bofetada para los que han elegido creer en la Palabra de Dios. Solo te estoy quitando como amigo para no tener que volver a leer tus cosas en contra de Dios… ¡no es nada personal! “.
El remitente era un predicador baptista que David conocía desde hacía años, al que respetaba por su dedicación a la familia y con quien debatía de vez en cuando sobre asuntos morales. La respuesta le sorprendió y le dolió. David le hizo llegar su desacuerdo y su decepción, aunque finalmente se alegró de no tener que soportar en el futuro su fanatismo.
Pero la respuesta también le sirvió de reflexión. ¿Y si en vez de la boda de su hermano hubiera sido la suya? ¿Y si en vez de un conocido más o menos lejano, hubiera sido alguien más próximo, incluso un familiar querido? La historia y la emocionada reflexión nos la contaba en su blog y en este vídeo:
“¿A cuántos millones de chicos homosexuales (y de adultos) les ha ocurrido exactamente lo mismo? ¿A cuántos millones más en el futuro? Lo siento. Lo siento por todo ese dolor. Lo siento por todo ese rechazo. Lo siento por todo ese aislamiento.Soy heterosexual. Tan heterosexual como se puede ser. Y estoy de tu lado. Si pudiera cargar con ese dolor por ti, lo haría.Te quiero. Si eres gay, me parece maravilloso, y me alegro por ti sinceramente. Te deseo todo el amor y la felicidad posibles en este mundo.Si eres heterosexual, me parece maravilloso, y me alegro por ti sinceramente. Te deseo todo el amor y la felicidad posibles en este mundo. Pero te exhorto a imaginar que lo descrito anteriormente ocurre contigo siendo el objeto de rechazo. Imagínate que las personas más cercanas a ti te dicen, en esencia, ‘eres fundamentalmente defectuoso y no quiero tener nada que ver contigo’. Nuestros hermanos y hermanas LGBTQ se enfrentan a eso todos los días. Por favor, no lo olvides nunca.Esa pobre alma equivocada ya no está en mi vida. Y eso está bien. Mi hermano y su marido todavía siguen aquí. Salí con mi hermano hace unas semanas, y fue genial. Es brillante, es divertido y es amable. No podría estar más orgulloso de poder llamarle hermano. Le quiero, y el amor gana. Y punto”.
Me llamó la atención cuando se publico esta fotografía, pero ahora le dan continuidad.
Y tan solo unos meses después de su compromiso, Brandon y Dalan han contraído matrimonio en Honeoye Falls, una pequeña localidad del estado de Nueva York, donde es legal el matrimonio igualitario desde junio de 2011.